martes, 15 de septiembre de 2009

¿por qué nadie ve la vuelta?


Se preguntaban mis amigos facebookeros (gente importante como Borja Barba o Miguel Gutiérrez) por qué esta Vuelta a España no la ve nadie (es más, ni siquiera yo he visto la mayoría de etapas, contrarreloj de Valencia incluida). Como en todos los problemas, para responder a la pregunta se puede acudir a factores estructurales, generales y a otros de tipo más coyuntural. El primero y principal es el de la propia credibilidad de este deporte. No hay año en el que no se descubra un nuevo caso de dopaje y ciclismo, para el común de la gente, se ha convertido en sinónimo directo de doping. Que en otros deportes no se operen (ni de lejos) los mismos controles no es un argumento válido, en todo caso sería un consuelo barato. Lo peor, sin duda, no son los casos probados de trampa (marginales a pesar de todo), sino la duda y la sospecha generalizada a todo el deporte, alimentada por el cinismo de ciertos directores, el esquivo comportamiento de ciertos ciclistas y procesos poco transparentes como el desenlace de la Operación Puerto.

Por otra parte, la Vuelta, históricamente, siempre ha sido considerada la tercera entre las tres grandes. Claro que éste no es (no debería ser) un dato dado y predefenido, sino que también obedece a ciertas razones. Para bien o para mal, la temporada en el ciclismo (dentro de las grandes vueltas) tiene en el Tour el eje que todo lo articula. A pesar de su valor en sí mismas, Giro y Vuelta tienen sentido alrededor de la ronda francesa, una como preparación, otra como reválida. Lo sangrante del asunto es que sólo con ver unos minutos por televisión la carrera española es fácil intuir que está un peldaño por debajo de la italiana. Falta quizás tradición (lo que es crudo para algo que se inició en 1935), leyenda y ganas de vender bien el producto (en este año del Centenario, por ejemplo, la Gazzetta ofrecía unos lujosos dvds con la historia del Giro). Y falta, ante todo, una organización, que, consciente de las limitaciones, sepa gestionar inteligentemente lo que tiene entre manos (algo sobre lo que hay dudas cuando se le oye hablar de devolver la carrera a los meses de primavera).

Más concretamente, se habla de la falta de calidad tanto en el recorrido como en la participación. El itinerario de esta edición, es cierto, es algo extraño, concentrado en el Levante y Andalucía y con toda la montaña en la segunda semana; pero dudo que sea la causa del tedio que presenciamos (al fin y al cabo, son los ciclistas los que hacen duro o rápido el recorrido... lo que llevaría a debatir también sobre pinganillos y tacticismo extremo).
Contra los prejuicios, la participación, a priori, es excelente. Salvo Contador y Armstrong (y Cavendish), están los mejores. Claro que éste es un argumento que habría que desagregar. Se debe estudiar a fondo para qué han venido (los Schleck, Cancellara o Freire tienen más en la mente el Mundial que la propia Vuelta). Y sobre todo, se debe tener en cuenta qué imagen se quiere proyectar con según qué ciclistas invitados: pregunten, por ejemplo, qué opinión se tiene fuera de España de Valverde o de Vinokúrov.
Que el máximo ganador histórico haya sido un tal Roberto Heras, que en el palmarés de los últimos años figuren otros caídos como Ullrich o el mencionado Vinokúrov, tampoco puede enganchar a unas masas que no saben si el resultado que da la carretera será el definitivo (que se lo pregunten a Menchov). Como no lo hacen decisiones del tipo de la repesca masiva de corredores llegados fuera de control (entre ellos el actual campeón de la regularidad) o que, llegando a Córdoba, el pelotón se tome el día de descanso y entre rozando los límites.
Factores crónicos, errores de organización, crisis de credibilidad en el ciclismo, etapas dominadas por el miedo y el cálculo táctico, bonificaciones que otorgan más diferencias que las que se consiguen en el asfalto... Alegrémonos de que todavía haya gente animando en las cunetas.

PD: A todo esto, ¿qué es la combinada, Fer?

6 comentarios:

  1. Pues supongo que un poco de todo Chimo, pero sobre todo y por encima de todo el dopaje,y ya no solo los casos que se dan, sino esa especie de omerta que existe en el peloton, cuando pillan a alguien no les veo gritar: Maldito tramposo que con tu dopaje me has robado, no, eso jamas...mas bien compadecerlo,defenderle...no se si otros deportes son menos atacados, pero el ciclismo sin duda ha estado podrido hasta la medula, posiblemente buena parte de ello por culpa de los directores, que ademas siguen siendo una lacra, mas ahora cuando parece que les dio por el catenaccio ciclista, nada de ataques, nada de locuras, mejor es quedar septimo de la general final(¿alguien se acuerda luego de eso?) que lanzar ataques que te puedan dejar detras, aunque te deje ver...

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  2. Yo odio el catenaccio ciclista y las malditas tácticas de los directores, que son unos mantas. A veces me pregunto si Chiapucci o Pantani hubieran sido los mismos bajo la batuta de esos iluminados que viajan en el coche y les joden con el pinganillo...
    En cuanto a la combinada, ni zorra idea. A ver si me documento y te doy una respuesta decente.
    Y sobre el recorrido, te recomiendo que le eches un ojo a la Plataforma de Recorridos Ciclistas, donde proponen más de una y más de treinta etapones que, por fin, nos quitarían los complejos respecto a Giro y Tour. Sólo hace falta valentía en los organizadores, que ya es mucho pedir.

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  3. Por cierto, cosas como estas (otros dos españoles mas por cierto), son las que quitan las ganas:

    http://www.as.com/ciclismo/articulo/isidro-nozal-hector-guerra-positivos/dasclm/20090918dasdascic_1/Tes

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  4. ¿Fer, tu crees que de verdad el recorrido importa? Quiero decir, puedes hacer etapones, pero si luego los ciclistas se lo toman en plan cicloturistas, o no vienen a otra cosa que prepararse el mundial...esta claro que es imposible, totalmente imposible competir con el tour, el prestigio es lo que tiene, me conformaria con poder igualar al giro.

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  5. aquí la respuesta sobre la combinada: http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20060726074000AAfj8IY

    por supuesto, prometo crónica sobre valverde y el final de la vuelta

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  6. Hombre, Martín, el recorrido importa sobre todo a los aficionados: llama mucho más la atención la subida al Angliru que a Cerler, por poner dos ejemplos conocidos.
    Otra cosa es que los ciclistas pasen del asunto, como se pudo ver en el Tourmalet. Pero, puestos a que se lo tomen de chiripa, vamos a hacer que la gente se interese por la carrera, tratar de levantar la audiencia y, con suerte, que los directores espabilen y manden sus corredores al ataque, que es la mejor publicidad para su equipo.
    Es imposible competir con el Tour, claro, pero al Giro sí podemos igualarlo.

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