miércoles, 20 de febrero de 2008

algunas cositas sobre ecuador



Aprovechando que ha comenzado la liga en Ecuador, que en los próximos días me gustaría hablar sobre sus clubes más famosos y que, a fin de cuentas, es un país cuyo destino está bastante ligado al de España -y no está mal conocer-, les dejo con algunas ideas -no muy elaboradas- del país de la mitad del mundo.
Criticaba el gran Berto (sí, el de Bertovisión) a aquellos que para describir un país empezaban con ese clásico "es un país de contrastes", porque, al final, hasta Andorra es un país de contrastes. Razón no le falta, pero es difícil no empezar así una breve descripción sobre Ecuador, cuando es un país, que, aunque pequeñito (viene a ser del tamaño de media España), está claramente dividido en tres grandes áreas: la Sierra (Quito), la Costa (Guayaquil) y la selva del Oriente (y ¿por qué no? Las Galápagos). Una división real que la naturaleza y el paisaje se encargan en remarcar: a pocos kilómetros de la cálida costa se levanta el muro de 4000 metros de los Andes, que separa inevitablemente ese espacio del corredor en el que se asientan Quito, Cuenca, Ambato y otras ciudades. De un paisaje de llanuras, playas, lentos y anchísimos ríos, con un clima caluroso y húmedo, se pasa en unas horas (o en unos minutos, en avión) a otro rodeado de enormes montañas, verde, con un sol implacable durante el día y frío por la noche.
Y las diferencias van mucho más allá del paisaje y la vegetación. No hay que caer en el determinismo geográfico, pero es obvio que contextos tan distintos afectan a la manera de ser y vivir de sus habitantes, más tranquila, conservadora, pacata en la Sierra, más abierta y frívola en la costa. Afectan a la forma de comer (cuy versus marisco), de vestir (no demasiado elegante en la playa), de concebir la economía y la política (más conservadores unos, más liberales otros), aunque sólo sea por los intereses en juego que hay en una y otra región.
En el contexto latinoamericano, Ecuador es un país que comparte muchos rasgos con sus vecinos, pero que también ha mantenido dinámicas propias. Por ejemplo, a diferencia de lo que ha podido ocurrir en Colombia o Perú nunca se ha desarrollado en aquí una guerrilla potente, del tipo de las FARC o Sendero Luminoso, ni tampoco ha sufrido los estragos provocados por el narcotráfico, como sus vecinos. Y aunque también padeció intervenciones militares (la última acabó en 1978), nunca alcanzaron la brutalidad de las vividas en los países del Cono Sur.
Ha recorrido, eso sí, el camino del populismo clásico con la figura de Velasco Ibarra (un tipo de récord: cinco veces presidente, aunque casi ni una vez pudo acabar su mandato). Ha sufrido y sufre tremendas crisis económicas, migraciones masivas y enormes desigualdades sociales, entre los que tienen mucho y los que no tienen tanto. Ha visto desarrollarse un fuerte movimiento indígena, que en los años 90 parecía que se comería el mundo y que poco a poco, en parte por sus errores, ha ido diluyéndose.
Pero, sobre todo, los últimos años han estado signados por la inestabilidad política: desde 1996, ningún presidente electo ha terminado su mandato. El histriónico Bucaram fue declarado loco por el Parlamento un año después de su llegada (como te lo cuento), Jamil Mahuad sufrió una especie de golpe entre militares, el movimiento indígena y gente cabreada por la crisis económica y Lucio Gutiérrez cayó bajo un contexto de fuerte movilización social conocida como la revuelta de los forajidos (hechos que confirman que este país sale a bien hacerse vicepresidente). Y desde la asunción de Correa (en un contexto de recomposición de los partidos) la polarización y el mal rollo han aumentado; así que esperemos que la constitución que ahora se redacta llegue a buen puerto.
Faltaría hablar del fútbol, porque, como todos los latinoamericanos, éste es un país apasionado por el balón. Pasear por Quito o Guayaquil es encontrar a cada paso gente luciendo camisetas de los equipos ecuatorianos, pero también (y casi más) del Madrid, Barça y el PSV Eindhoven (sí, porque el ídolo Méndez juega allí). Pero ése es tema para otros lugares.

3 comentarios:

  1. Por cierto Chimo, ¿como se tomaron los ecuatorianos lo del protocolo de Rio de Janeiro?¿y que tal se llevan con los peruanos, despues de los choques de hace una decada?

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  2. pues supongo que tras perder un territorio tan grande y tras pasar unas guerras, no se lo debieron tomar muy bien.
    pero por lo que vi, no es algo de lo que se hable mucho, ni una reivindicación nacionalista que esté todo el día en los medios (por lo que vi, eh?, habría que hacer algo más riguroso)

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  3. Gracias Chimo por esta breve pero exacta definición de mi país, en verdad es muy bueno que los españoles conozcan un poco de esta tierra ahora con tantos ecuatorianos viviendo por allá.

    Pero bueno aquí hay gente muy trabajadora, solidaria y hospitalaria. Espero que te hayamos tratado bien en tus visitas por acá jeje

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