la i-league y otras emocionantes competiciones

Ha sido casualidad, pero justo hace un mes comenzaba la mayor y más novedosa competición futbolera en la India, la llamada I-League (emulando a la J-League, la I viene de India, no del número romano). Este nuevo torneo, que sustituye a la anterior Liga Nacional, cuenta este año con diez equipos, pertenecientes a cinco ciudades (tres equipos de Goa, dos de Mumbai-Bombay y dos Kolkatta-Calcuta deja claro hacia dónde gravita el fútbol indio). Su sistema de competición es bastante sencillo: el tradicional sistema de todos contra todos a doble vuelta.
Más complicaciones y debates suscita saber qué se esconde tras esta nueva I-League. Según sus organizadores, se pretende algo más que un simple cambio de nombre, dar un salto hacia una mayor organización y profesionalización, que es posiblemente el verdadero lastre que no deja crecer al fútbol de la India (recordemos, por ejemplo, que su federación, la AIFF es de carácter amateur). La versión pesimista sostiene que es el mismo vino viejo en odre nuevo, ya que la anterior liga nació con la misma intención de renovación e ilusión (incluso estaba patrocinada por la Philips), pero que se quedó a medias. La visión optimista afirma que la I-League dará el verdadero impulso que se necesita y que pronto se convertirá en un referente con equipos representantes de todo el país (en los próximos años habrá dos descensos y cuatro ascensos, hasta llega a un campeonato de 16 equipos).
La historia de una liga nacional india es sin embargo muy corta. La llamada NFL nació en la temporada 96/97 y, por lo tanto, sólo conoció once temporadas, suficientes, sin embargo, para sacar alguna conclusión. Los dos gigantes de Calcuta, el Mohun Bagan y el East Bengal son los equipos más laureados, con tres campeonatos cada uno (y eso que en otras temporadas han tenido que luchar por no bajar). A los equipos de Goa tampoco les ha ido mal: dos ligas para el Dempo y una para Salgaocar. Así que sólo dos equipos han podido romper con el dominio de los dos estados más fuertes: JCT (precisamente, el primer campeón, del Punjab -cuya traducción es cinco ríos-) y el Mahindra United de Bombay.
El ciclo anual futbolístico se completa con la Copa de la Federación (el clásico torneo del KO que se disputa desde 1971), la Supercopa y los distintos campeonatos estaduales (los más interesantes, como es obvio, son los de Bengala y Goa).

Aunque posiblemente la consolidación de una liga nacional sea un paso muy importante para el fútbol indio, la falta de tiempo y la mala organización ha desprestigiado o directamente ha hecho desaparecer otros torneos de gran abolengo. Como ya vimos, la llamada Durand Cup es el tercer (o incluso el segundo, según las fuentes) torneo más antiguo del mundo, iniciada en 1888; pero hoy sobrevive precariamente sin patrocinadores gracias al apoyo de las Fuerzas Armadas.
A otras competiciones no les va mejor. Hasta 1996, el llamado Santosh Trophy (organizado por la IFA, la federación bengalí, la más antigua del país) era el más prestigioso del subcontinente, sin embargo, tras el advenimiento de la liga atraviesa un profundo declive. Es sin embargo, un torneo diferente, ya que no enfrenta a clubes, sino a estados (Bengala es la gran dominadora, con 29 títulos).
Otros campeonatos, como la Rovers Cup, sin embargo, no han podido sobrevivir a los nuevos tiempos y calendarios. De entre los ilustres desaparecidos destacaría la llamada DCM Cup, que sobresalía por invitar a equipos punteros (o no tanto, como el Varteks croata) de otros países.

Como ha ocurrido también en Europa, la mayor profesionalización y la racionalización (o la supuesta racionalización) ha borrado muchas de las competiciones que no se adaptan al típico esquema de liga y copa. Pero ojalá que ese golpe al romanticismo y a las historias pequeñas sirva para el bien del fútbol indio.