lunes, 8 de octubre de 2007

la carrera de nuestras vidas


Los diarios y revistas especializadas rellenarán portadas y cientos de páginas hablando sobre el abandono de Hamilton y de las posibilides matemáticas de Alonso y Raikkonen. Pero la verdadera y auténtica noticia del Gran Premio de China estaba ligeramente (sólo ligeramente) alejada de esos focos mediáticos y era que los pilotos de Toro Rosso (la scuderia por la que tifo), Sebastian Vettel y Vitantonio Liuzzi habían acabado en la cuarta y sexta plaza respectivamente. Nada menos que la mejor carrera de la historia de la limitada y simpática escudería y ocho puntos (el año pasado fue sólo uno) de una tacada que hacen que el equipo supere a Spyker, Super Aguri (los rivales más directos de ese "otro" Mundial) y a la increíblemente disminuida Honda. Un éxito rotundo.
Llegar hasta él no ha sido fácil. Toro Rosso nació heredera de la antigua Minardi (donde comenzaron Marc Gené y Alonso): en 2005 el dinero de Red Bull hizo sobrevivir al pequeño equipo italiano, cuyo antiguo propietario, el autraliano Stoddart, consiguió que la base del equipo siguiera situada en Faenza, asegurando la continuidad de sus trabajadores y de su filosofía. El nuevo proyecto contaba (y cuenta) además con la guía y asesoramiento de Gerhard Berger, la antigua estrella de Ferrari.
El primer campeonato (2006) pasó sin mayores alegrías que un noveno puesto y un punto para el mundial de constructores. En el actual, ya con motores Ferrari, las cosas no empezaron demasiado bien: Liuzzi, por ejemplo, se retiró en siete de los once primeros grandes premios y Scott Speed (el otro piloto) fue despedido por bajo rendimiento. Por si ello no bastaba para complicar aún más la delicada situación, el equipo ha tenido que correr en medio de las acusaciones por parte de otras escuderías (cargadas de consecuencias de ser probadas) de ser un simple equipo filial de Red Bull (de hecho, en 2006 Toro Rosso usó el modelo de coche de Red Bull del año anterior y ambos equipo comparten conocimientos y tecnología).
En el Gran Premio anterior, en Japón, Vettel (el corredor más joven del actual campeonato, nacido en 1987) ya avisó de la gran evolución de la escudería, pero su gran carrera se frustró por el accidente en el que estuvo implicado Hamilton. Una semana más tarde, las sospechas se han confirmado: siamo grandi, siamo tori bravi

En la foto, animando al equipico en Monza.

3 comentarios:

  1. Chimo,¿me da que a ti te gusta ser rarito en eso de tus filias deportivas, eh?

    Si es que tiene que haber gente pa to...

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  2. Naaa... yo creo que seguiré siendo un ferrarista inconfeso que, de refilón, espera que Alonso le patee el culo a Hamilton.
    Sin acritud.

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  3. Hola! pues yo en mi vida habia seguido tanto una temporada completa de la F1, la bronca entre Hami y Alonso me hizo voltear al automovilismo y luego toda la bronca del espionaje industrial...pero bueno a mi me da igual quien gane, solo espero que la ultima carrera en Interlagos sea espectacular....

    Saludos chimo!! kikin !!

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