en reconstrucción

Se dice que tras la era de los galácticos y el metalúrgico equipo de Capello el Real Madrid está en reconstrucción. En Formello, sede de la Lazio, matarían tener que reconstruirse en las circunstancias del Madrid, ganando títulos, participando siempre en Champions y fichando a grandes figuras mundiales: porque lo de los blanquicelestes (llevan esos colores en honor a Grecia y sus Juegos Olímpicos) sí ha sido realmente llegar a lo más alto, hundirse completamente y volver a rehacerse una vez más.
La Lazio nunca ha sido en verdad un equipo puntero en Italia. Ganó un scudetto en la temporada 73/74 (en aquel vestuario que era, sin exagerar, un peligroso nido de violentos armados) y desde entonces poca cosa (como el Milan, llegó a bajar a la B por chanchullos de apuestas en los 80) hasta la llegada a la presidencia del señor Cragnotti, en 1992. Con los millones de la leche Cirio se financió uno de los mejores equipos de Italia y de Europa, que contó con Vieri, Boksic, Nesta, Mihajlovic, Mancini, Nedved, Verón y varios más; que ganó la última Recopa disputada (98/99 contra aquel mágico Mallorca) y el scudetto justo en el año del centenario del club (99/00).
Al título de liga le siguieron unos años no tan brillantes (fichajes como Mendieta, mediante), hasta que en 2002 y 2003 llegó el verdadero batacazo para el equipo, con el escándalo que supuso el crack del grupo Cirio. Con Cragnotti en la cárcel (sólo unos meses, claro), se terminó el dinero fácil y dejaron de llegar grandes figuras al Olímpico.
La historia de la Lazio no acaba, sin embargo, con este desastre. En 2004 se hace cargo del club un nuevo presidente, Cluadio Lotito, con un discurso de austeridad económica y de alejamiento con los sectores ultras (los Irreducibili) que tan mala fama han dado a los laziales. Un año más tarde encontraría a un técnico sobre el que empezar su reconstrucción: Delio Rossi (famoso por esta anécdota). En su primera temporada dejó al equipo en un meritorio (dadas las circunstancias) sexto puesto. En la anterior (a pesar de una penalización de ocho puntos por la participación en Calciopoli) acabó tercero.
Lo que confirma la nueva etapa ascendente de este equipo, que ahora juega con un irrenunciable 4-3-1-2, con el macedonio Pandev y el duro Rocchi en la punta, con Ballotta (¡43 años! en la portería) y con Mauri como figura, organizando en la mediapunta. Lotito afirmó que había llevado a la Lazio del funeral al coma irreversible, habrá que ver hasta dónde llega su labor de recuperación.

Otra anécdota que aparece en La Gazzetta: no es la primera vez que se enfrenta Delio Rossi al Real Madrid. En 1987 disputó (como jugador) un encuentro amistoso con el Foggia.