Hace unos años (pongamos siete) una de las cosas más divertidas del verano (por aquel entonces yo tenía veranos) era seguir el calciomercato con mis amigos y soñar y discutir sobre los increíbles equipos que iban a formar los italianos. Eran otros tiempos, con contratos millonarios, con las sette sorelle en su máximo apogeo, con Vieri, Zidane, Nedved, Thuram, Ronaldo, Mihajlovic y todas las grandes estrellas del mundo jugando en Italia. Los equipos del calcio asustaban en toda Europa y hasta el Parma, hoy un equipo del montón, era una escuadra temible, gracias al dinero de la Parmalat, con Crespo delante y Buffon atrás.
Hoy la realidad es bastante más modesta: los grandes fichajes se cuecen en Inglaterra y España y la que fue la liga más poderosa del mundo atrae más la atención por los escándalos que por criterios realmente futbolísticos. Las incorporaciones estrella de la Juve han sido Salihamidzic, Tiago y Iaquinta, tipos que en principio no tienen el encanto de Buffon o Vieira. El ya envecijo Milan apenas se ha reforzado con Ba (un revival), Pato (interesante, pero promesa) y el gran Emerson: poca cosa para levantar la ilusión o el miedo de los que estamos lejos de Italia.
La buena noticia para los que amamos el calcio es que los italianos, cuando más cerca están del abismo, más cerca están de la salvación. Se vio en el Mundial del 82 y del 2006, el anciano Milan consiguió la Champions el año pasado sin mucha oposición y la Juve, tan anónima hoy en su plantilla y tan castigada en Serie B, ha vuelto ganando 5 a 1 al Livorno. En Italia las cosas están demasiado mal como para no ser optimista.
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¡Qué grande el Parma pre-pelotazo!, no te olvides que allí jugaba uno de mis ídolos, Brolin.
ResponderEliminarEn cuanto a la Juve, sus fichajes me parecen de risa. La Vecchia Signora se está llenando de signori vecchi.
Y no, Chimo, no. Emerson no es grande, es mayor (en edad, digo). Y lo de recuperar a Ba me parece una gilipollez recalcitrante.