dos viejos conocidos

Mexico 5 - 0 Paraguay - Blanco
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Se alcanzaba el minuto 80 del partido entre México y Paraguay y en el bar O'haras de Salamanca se empezaban a escuchar sorprendidas voces del estilo: "¿todavía está este hombre por el mundo?" o "¿no había sido muerto tras el Watergate?". Los aficionados españoles (clara minoría esa noche en el pub) lo habíamos perdido de vista hace años, pero la figura de Cuauhtémoc Blanco ocupaba la casi totalidad de la pantalla plana.
Y sí, ya con 34 años y unos kilos de más, Blanco sigue jugando en el Chicago Fire y en la selección. Este delantero talentoso y conflictivo, que fue considerado la gran esperanza del fútbol mexicano, alcanzó su pico de fama a fines de los 90 con sus cuauteminhas y tuvo un paso fugaz y poco recordado por la liga española. Entre el año 2000 y el 2002 defendió los colores del Valladolid, jugando únicamente 23 partidos y dejando como legado dos bellos goles al Real Madrid y al Athletic de Bilbao. En su defensa, su escaso rendimiento no fue (únicamente) responsabilidad suya: en un partido de clasificación para el Mundial, el defensa de Trinidad y Tobago Elcock le provocó una importante lesión de rodilla que le tuvo apartado durante ocho meses.
Tras su paso por España regresó a su equipo de siempre, el América mexicano, donde protagonizó una ejemplarizante historia de caída y resurrección. En una eliminatoria de la Copa Libertadores contra Sao Caetano fue acusado de provocar la gran trifulca que se armó en el campo y en la grada y en castigo la Conmebol prohibió su participación durante un año en cualquiera de los torneos que organiza. Tras la condena, el América decidió deshacerse temporalmente del polémico y proscrito jugador, prestándolo al Veracruz. El resultado fue, sin embargo, sorprendente: Blanco se convirtió en el gran delantero del campeonato y los tiburones lograron unos resultados impresionantes. El regreso también fue el típico de un guión edulcorado: Cuauhtémoc regresó a su América y consiguió el campeonato Clausura de 2005 entre llantos de emoción en la final. Años más tarde empezaría una nueva etapa y desde hace unos meses es jugador del Chicago Fire estadounidense.
Con la tri, Cuauhtémoc también ha vivido una relación ambigua. Campeón de la Copa Confederaciones en 1999, fue postergado por La Volpe y no acudió al Mundial de Alemania. Terminada la etapa del seleccionador argentino, ayer, entrando en el minuto 80 tuvo la ocasión de redimirse, marcando el penalty del 5-0 sobre Paraguay. No fue bello, ni será recordado, pero fue emotivo.
Blanco no fue, sin embargo, el único mexicano conocido que anotó anoche: también lo hizo Gerardo Torrado. Mediocentro defensivo titular en su selección desde 1999, el anteriormente pelado jugador tuvo un paso agridulce por España, entre 2000 y 2005. Llegó como una excelente promesa para militar en segunda división con Tenerife y Poli Ejido y tras sus buenas actuaciones fue fichado por un Sevilla en reconstrucción. Su primer año fue exitoso, pero problemas burocráticos con su plaza de extracomunitario (y su tensa relación con Caparrós) fueron apartadándolo del núcleo central del equipo. En 2005 se consolidó como titular en el Racing de Santander, pero al año siguiente regresó a su país para jugar en el cementero Cruz Azul. Su oscura labor de contención también fue anoche recompensada durante con un golazo potente por la escuadra.