lunes, 23 de noviembre de 2009

un gran cambio


Los caminos del fútbol son inescrutables. El mismo equipo que ilusionó en la pretemporada, ganando cómodamente a rivales de Primera como Tenerife y Almería, protagonizó un inicio desastroso, con una victoria en seis partidos y cuatro derrotas (incluyendo una muy amarga contra el Hércules). Y ahora el mismo equipo que parecía abocado a la 2ªB acaba de encadenar nada menos que cuatro victorias consecutivas y sabe lo que es perder desde principios de octubre. Son, prácticamente, los mismos jugadores en el Elche, pero su rendimiento parece haber cambiado mágicamente.

Hay un factor que, en teoría, lo explicaría todo: entre ambas dinámicas se dio un cambio de entrenador y, pese a que no estuve muy de acuerdo con eso, se podría decir que pocas veces un reemplazo de técnico fue tan efectivo. No es sólo un simple cambio de nombres: con Bordalás el equipo ejerce una presión asfixiante desde la delantera, enmaraña al rival en el mediocampo, juega con las líneas juntas y ordenadas, ha solucionado sus problemas en defensa y todo ese buen trabajo unido conlleva recompensas. Además de acoplar definitivamente a los fichajes de última hora (especialmente Trejo, muy enchufado ante el Betis; pero también Martí Crespí), Bordalás ha tenido grandes aciertos como el de convertir a Wakaso (un joven ghanés que parecía perdido para la causa, tras llegar un mes tarde de su país) en un interesante mediocentro al estilo Essien (el día en el que además de correr y presionar, centre decentemente será un jugador muy interesante) o el de apostar definitivamente por Molina en la delantera o el de seguir confiando en el lateral Ximo Navarro.
Como si, de repente, todas las piezas encajaran, el equipo se ha puesto en marcha (con el efecto multiplicador en la moral que ofrecen las victorias) y lo más interesante es que los protagonistas van variando sin que se resienta el colectivo: cuando no la engancha Juli, le toca a Molina (Real Unión) o a Saúl (golazo ante el Castellón) o a Trejo o a Santos. Así hasta llegar al partidazo de este domingo, donde más allá de las dos expulsiones (en la segunda parte), el Elche anuló completamente al Betis y le impuso el encuentro que pretendía.

Por supuesto, la gracia del fútbol (y de la Segunda división, donde la igualdad es hasta irritante) es que este análisis puede acabar en la basura el próximo fin de semana (como aquél que se hacía justo después del partido ante el Hércules y que poco más o menos anunciaba el apocalipsis). Presiento que todavía, como la mayoría de equipos, pasaremos por varios ciclos de depresión y euforia. Pero, muchachos, la base está.

3 comentarios:

  1. La Segunda División es muy complicada, que yo la viví el año pasado con el Real Zaragoza. Enlazar tres o cuatro triunfos te hace estar arriba, pero empatar dos partidos y perder otro te puede hacer bajar seis o siete posiciones. Espero que el Elche ascienda, junto al Cartagena y la Real. Ahora con el cambio de técnico parece que la cosa va mucho mejor, y ya es hora que un club como el Elche, que ha fichado a grandes jugadores estas últimas temporadas esté arriba.

    Te apetece un intercambio de links?

    Un saludo.
    Santi.

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  2. Vaya repasito al Betis, como sigáis así vais a estar muy pronto en puestos de ascenso.

    Y luego dicen que los cambios de entrenador no sirven para nada, que se lo digan al Elche estos años.

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  3. pues sí, es una categoría demasiado complicada para lanzar las campanas al vuelo cuando queda todavía tantísimo. pero hay mimbres para, al menos, no pasar ningún apuro.

    y de verdad que no entiendo el cambio de rendimiento. claudio no es capello, pero no era tan malo!

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