carleto: un lateral de extremos

A uno, que cree en lo mesurado, en la bondad de lo mediocre (en el buen sentido), en que todo se compone de grises, más o menos claros u oscuros, pero siempre grises, a veces la vida me sorprende. Porque, pese a todo lo que haya leído o experimentado, en ocasiones la vida se compone también de extremos, de contrarios absolutos, de blancos y negros. Como ocurrió, por ejemplo, ayer con el lateral izquierdo Carleto en el Levante-Elche.
El brasileño procedente del Valencia fue (viva el topicazo), al mismo tiempo, sin punto medio, el héroe y el villano de los franjiverdes. Gracias a él mi equipo se adelantó en el marcador en el minuto 21 gracias a un gran disparo de falta directa (y ya van dos tantos consecutivos así). Tras el gol, el Elche controló con suficiencia el partido, cimentando las esperanzas de conseguir la primera victoria del año (y la primera de Claudio sobre Luis García). Lo hizo hasta los últimos minutos del partido, cuando el Levante empezó a acosar la portería de Caballero (palos incluidos) y consiguió empatar gracias a Igor. Y llegados a ese momento, si Carleto había sido determinante para adelantar al Elche, lo sería también para hundirle, cuando derribado por o resbalado frente a un jugador granota (todo depende de la interpretación), intentó agarrar el balón desde el suelo, todavía no sé si por instinto o por pensar que se había pitado falta a su favor. Pese a lo extraño (casi inocente) de la situación, el árbitro lo tuvo claro y señaló un penalty que sirvió para que Igor rematara el partido para el Levante.
Carleto, un hombre de extremos. Un lateral que incide tanto arriba como abajo. El generador de ilusión y el que termina facilitando la victoria rival. Blanco y negro. Mientras, el equipo sólo conoce un extremo: el de ser colista, todavía con solo un punto. La fe se mantiene, a pesar de todo.