lunes, 15 de diciembre de 2008

viajes por fútbol 9: huracán



En Buenos Aires caben infinitos Buenos Aires. Cada barrio es en realidad un pequeño cosmos, con su propia identidad, su arquitectura, su tipo de gente y su manera de vivir. Algunos añaden además un club de fútbol propio. Parque Patricios, al sur de la ciudad, no muy lejos del Riachuelo, reúne todas esas características. Lleno de parques y edificios de clase media nada presuntuosos, el barrio posee una personalidad propia, a medio camino entre la belleza de sus jardines y el recuerdo de su pasado como zona de quema de las basuras de la ciudad. Una personalidad que muchas veces se canaliza y se resume a través de Huracán, el pequeño (y posible sexto grande, según la tradición) equipo de Parque Patricios.

Ahora se puede llegar hasta allí con los nuevos subtes de la línea H, pero vale la pena recorrer la avenida de Jujuy hasta que al final del camino empieza a verse la silueta gris del precioso estadio Tomás Aldolfo Ducó, el Palacio. Opacado por la fama de Bomboneras, Monumentales y Cilindros, la cancha de Huracán, inaugurada en 1947, es uno de los más bellos de la ciudad y del país. La portada principal, de un estilo casi decó y que recuerda algo a aquélla de Highbury, ya avisa de que algo especial se encierra en él. Porque el interior, sin ser extraordinariamente grande (unos 48000 espectadores de pie), es espectacular y sorprendente: al haberse construido en un solo nivel y con una inclinación casi vertical, las gradas parecen la pared de una muralla que rodea intimidatoriamente a los jugadores. Saltar al campo, encontrarte ese enorme Huracán que ocupa todo el fondo y sentir como si todo el público se fuera a caer (literalmente) sobre ti debe ser lo más parecido al vértigo y al miedo escénico.

Las curvas imposibles de las gradas, que aprovechan al máximo el espacio sobre el que se construyó el estadio, hacen retumbar todavía más las voces de los espectadores. Voces que tuvieron sus días más felices tiempo atrás, como en aquel mítico campeonato metropolitano del 73 con Menotti, Basile, Babington y Houseman; pero que tampoco hablan de pena ahora que el Globito vuelve a volar.

4 comentarios:

  1. Si que están inclinados los fondos, me gusta el estadio, solo por curiosidad ¿gano Huracán el partido?,

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  2. sí, hay que estar bien en forma para subir a arriba del todo, porque los escalones son bien altos.

    el partido al que fui fue del año pasado (el estadio ha pasado mucho tiempo en obras y ahora se ha vuelto a reabrir para el centenario del equipo).
    fue un partido especial porque era el retorno del globo a primera y jugaron contra arsenal. 1-1 y muchísimo frío en agosto...

    aquí encontré una crónica con vídeo y todo: http://argentina.mundogol.net/?a=5430

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  3. Eso de que no sea excesivamente grande es algo inexacto, ¿no? Casi 50.000 espectadores es una cantidad considerable que lo colocaría entre los mayores estadios españoles, si no me fallan las cuentas.
    A todo esto, sigues debiendo un artículo sobre el viaje a Madrid.

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  4. oh, fer: son 50.000 espectadores, pero de pie y bien juntos. calculo que, sentados "a la europea", el aforo se quedaría en la mitad

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