jueves, 12 de junio de 2008

un día bien aprovechaíco



El domingo de hace dos semanas (es decir, el 1 de junio) fue uno de esos días bien aprovechados en la vida, de esos pocos en los que vale la pena levantarse y salir al mundo. Por la mañana pillé un tren (bueno, tres, porque había que hacer dos transbordos) hasta la desconocida ciudad de Wellington, pegada a la desconocida (y casi recién fundada) ciudad de Telford, que antiguamente formaba parte del desconocido condado de Shropshire, también llamado con el desconocido nombre de Salopia. Dado que esta ciudad pilla a desmano de las regiones civilizadas y que no hay mucho que ver en ella (las casas, eso sí, son bonitas), posiblemente fui su primer turista en mucho tiempo. Pero no fui así por las buenas a la primera ciudad que se me ocurrió: me movía en realidad una alta misión.
Hace unos meses se celebró en Café fútbol un concurso para elegir la mascota más horrenda de las ligas inglesas. La del Telford United, Benny the box, una especie de animal con una monstruosa caja de cartón en la cabeza, perdió la finalísima del concurso, pero su recuerdo quedó marcado (traumáticamente) en la memoria de miles de personas. Así que, cumpliendo un gran fin social (porque los trenes no son gratis), me desplacé para conocer de cerca la ciudad y el contexto que había generado tan engendro (es curioso que lugares tan tranquilos e idílicos puedan engendrar pesadillas de esa calaña) y tomar contacto directo con el estadio en la que esa mascota campaba libremente (e incluso cobrando un salario). El resultado fue este magnífico reportaje de investigación.

Y ya por la tarde, aprovechando que tenía que hacer un transbordo en Wolverhampton (aviso: si no tenéis buenas razones, no es necesario que vayáis) y que podía quedarme un tiempo allí, decidí visitar el estadio de su equipo. Hoy en día el llamado Wolverhampton Wanderers no suena demasiado, pero en los años 50 era considerado como el mejor equipo del mundo, por lo que conocer Molineux, su estadio, era una visita obligada para un futbolero de mi estirpe.
Como se ve en el vídeo, tuve además bastante suerte. Siendo un domingo por la tarde, no podía hacerme muchas ilusiones de poder entrar en él, así que empecé a dar una vueltecita por los alrededores, buscando un hueco para hacerle una foto al interior del estadio. Al final llegué a la puerta principal, que extrañamente estaba abierta. Me hice un poco el loco ojeando folletos, deslizándome sigilosamente hacia el interior, hasta que el hombre que estaba atendiendo me preguntó si necesitaba algo.
Yo le dije (con ojicos de buen chaval) que venía de España (un recurso real pero que siempre ablanda corazones dada la distancia), que me gustaba mucho este equipo y que quería conocer (algún día) el estadio. Sabía que a esas horas (cinco de la tarde) ya debería estar todo cerrado, pero el hombre se apiadó de mí y me iluminó unas vitrinas que contenían muchos trofeos del club.
Disfrutaba yo feliz de las copas, cuando, de repente, sin insistirle yo más, el espítiru del futbolero fraterno poseyó al señor, quien cerró con llave la puerta principal y cuando temía un intento de violación me dijo: "ven, vamos a ver rápidamente el estadio". Así que abrió las puertas interiores, me llevó por el túnel de los jugadores y salimos al borde del césped del Molineux.
Supongo que yo estaría con los ojos casi con lagrimicas de la emoción y apenas pude hacer unas fotos al viejo (y remodelado) estadio ámbar. Luego me llevó por algunos sitios del interior del campo, contándome historias que no llegué a entender (mi nivel de inglés sigue siendo pésimo) y presentándome como pieza turística ante otros empleados del club.
Sospecho que ambos quedamos muy contentos al final de este episodio. Yo había podido conocer por dentro el estadio de uno de los más importantes (y olvidados) equipos ingleses. Y él se debió sentir orgulloso de que un tipo extranjero se pasara casi tres horas en tren por amor a un club cuyo mejor momento pasó hace mucho. El fútbol, al final, acaba haciendo felices a todos...

3 comentarios:

  1. Creo que los de cuatro te quieren fichar para callejeros.

    Parece que el Forest sigue como tu la ruta de Benny The Box y jugara en julio un amistoso en Telford, el campo típico de regional inglesa.

    Vaya pasada estar en el viejo Molineux ese campo si debe tener historia, los Wolves en los 50 se disputaban la hegemonía europea con el Honved de Puskas, todo esto antes de la Copa de Europa, es un equipo que me cae bien, por cierto la ciudad debe ser horrorosa, ¿no?

    Ya estoy impaciente por ver tu reportaje de Nottingham, este ha estado genial.

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  2. Joder, acabo de ver en el album que dejaste como Benny the Box/the Bucks, tambien llevo por un tiempo una cabeza de oso...asi que tambien fue Benny the Bear...

    Al final habra que llamarle Indefinido Benny...

    A mi los Wolves me caen bien, desde que supe de su pasado(ademas suena bonico el nombre), aunque no se...mas que una cabeza de lobo, lo del escudo parece una de zorro...o vete a saber que leches es.

    Tu sigue asi, demostrando que eres un verdadero futboleros, y no como esos farsantes del Cafe futbol...

    Chimo I, El Grande.

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  3. bueno, la ciudad de wolverhampton es algo fea, pero he visto ciudades peores aún (crewe es que no tiene absolutamente nada) y tienen una universidad que parecía interesante. espero que hayas recibido las fotos de cityground, a ver si dentro de poco monto los vídeos que hice.

    martín: esa mascota es una fuente de sorpresas e historias, no tiene fondo. voy a abrir una cuenta para que pongáis dinero para que cubra el telford-nottingham.
    y totalmente de acuerdo: café fútbol, una farsa!

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