martes, 31 de julio de 2007
bombonera 2007
Hay estadios que son como La Meca para un musulmán o el bar Manolo para un amante de las tapas: son lugares de peregrinación y visita obligada para cualquier aficionado al fútbol. Lugares como Anfield, San Siro o Wembley (al menos en su viejo avatar), que son algo más que monstruosas estructuras de hormigón, para convertirse en templos de césped y de miles de sentimientos. En Argentina, el ejemplo más axiomático (bueno, algún adjetivo tenía que poner) sería, obviamente, la Bombonera de Boca Juniors.
Hace dos sábados regresé al estadio de la calle Brandsen y volví a tener esa sensación esa fuerza contradictoria entre el carácter popular y humilde del espíritu del club contra el de su pujanza y riqueza real. La verdad es que la visión para los negocios de Macri se nota por lo bien que rentabilizan un estadio parado por las vacaciones. La entrada principal y el pequeño hall con tienda oficial estaba atestada de turistas brasileños y españoles que hacían cola para visita al estadio (guiada o exprés) y al museo "de la pasión boquense". Por supuesto, yo también caí en la tentación y el influjo auriazul y saqué entrada combinada exprés y museo, que a fin de cuentas, es bastante barata para precios europeos (unos 4€).
La llamada visita exprés hace honor a su nombre: consiste en entrar a la grada baja lateral: es simple, pero es bello estar en un escenario tan mítico vacío, imaginando a las masas de La Doce apiñadas en las populares y sintiendo el olor de la hierba que pisarán Riquelme y compañía (como se ve aquí, fui muy feliz).
El museo tampoco está nada mal, con una entrada que acumula las fotos de todos los jugadores que han pasado por la institución y muchos de los trofeos conseguidos (entre ellos una tal Copa Nike ganada a las Chivas). Lo más curioso y emotivo es una especie de cine en forma de bóveda-pelota que hace que sientas que debutas en la cancha con el equipo. Por supuesto, también se aprovecha para ganar algo de dinero y por 400 pesos (unos 100 euros) puedes convertirte en socio fundador del museo, a cambio de lo cual colocan una estrella con tu nombre en una de las paredes y si tienes suerte, puedes jugar un partido en el estadio con tus amigos.
Otros días me gustaría escribir mucho más sobre este estadio y los otros que voy conociendo por aquí. Pero adelanto una curiosidad: ¿por qué la Bombonera no es un estadio cerrado y tiene ese extraño palco en el lateral? Pues, como se ve en la foto, simplemente porque es lo único que se puede hacer si no querían comerse la calle y la casa de enfrente. En realidad, el estadio de Boca es una solución arquitectónica muy interesante al haberse construido sobre un espacio muy reducido. Pero como dijo el emperador Vespasiano: "ya hablaremos más de eso otro día".
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No dejas de sorprenderme, Chaval.
ResponderEliminarTú siempre tan directo y con las palabras justas, sin medias tintas.
Tu post me ha puesto reflexionar mucho.
Estoy sin palabras... sí, así como tu post.
es que no tenéis paciencia, hombre... lo que pasa es que como ahora tengo cosas mejores que hacer en la vida, escribo estas cosas poco a poco, pero dejo la fecha del borrador original, por eso de la memoria histórica y tal.
ResponderEliminarPues con estadios como el de la Bombonera, sí que vale la pena tener memoria histórica.
ResponderEliminarY sí, alguna vez Boca nos ganó (a las chivas) una prestigiosa copa Nike, pero nunca olvidaremos el 4-0 que les propinamos hace un par de años, en una Copa Libertadores.
M.
y si, como olvidar ese 4-0 de Chivas sobre Boca en la copa libertadores...creo que me quede afonica ese dia de tanto cantar los goles :D ....mañana inicia el Apertura 2007 para mis chivas frente a los lindos gatitos ...
ResponderEliminarChimo, se nota en la foto que fuiste muy feliz en la bombonera... creo yo hubiera estado igual de feliz que tu...
saludines...