Desde que el octagenario Gabriel García Márquez (y también Alejo Carpentier) así lo decidieran, América Latina es el territorio del realismo mágico (o lo real maravilloso), la única parte del universo conocido donde los muertos conviven tranquilamente con los vivos y un viaje en autobús puede derivar en un concierto de música popular.
Una anécdota del carácter sorprendente del mundo latino le ocurrió el otro día a mi novia Gaby, que es de y vive en Ecuador.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario