yo lo hice

Todavía no subí el Everest, ni he corrido una maratón (sí una media maratón), ni he sido elegido presidente, ni tengo el premio Nobel de literatura, ni he resuelto la conjetura de Poincaré, ni he ganado la Intertoto, ni he tocado en el Albert Hall, ni he pisado la Luna, ni he comprado una compañía de gas bielorrusa. Ni siquiera he conseguido abrir un abrefácil sin la ayuda de unas tijeras o un cuchillo.
Pero he logrado algo que pocos hombres (y mujeres) han logrado hacer: he viajado con AirMadrid (y no un viaje cualquiera: cruzando el Atlántico y todo) y he sobrevivido, llegando a los lugares a los que quería y sin extravíos de equipaje. Cierto es que en la ida a Argentina tuve que esperar ocho horas de retraso (y nos llevaron a comer a Guadalajara) y hubo una escala no prevista (por mí) en Fortaleza (Brasil). Pero aún hay algo más inquietante e increíble: en el viaje de regreso a España ¡no tuve ni un minuto de retraso!
Si alguien puede igualar mi proeza, que contacte conmigo.