las preguntas nunca son difíciles

Ya que estamos metidos en el fenómeno 2.0, hagámoslo en serio. Ahora llego también a formspring, justo cuando su momento de gloria y moda ya pasó. Se trata de una especie de página formulario en que la gente deja preguntas y el tipo en cuestión responde de manera pública (y notoria). Dicen los que saben que puede ser usada para ejercer asesoría de un tema en el que se es experto: desgraciadamente, no lo soy en nada (salvo en Superempanadill, quizás y, según un papel, en lengua y cultura de India e Irán). También cuentan que puede ser usado para empresas para promocionar sus productos y que los clientes expresen sus dudas. Lamentablemente, de nuevo, ni soy director de márketing ni tengo la patente de ningún producto (excepto, algún día, de Superolón, la máquina expendedora de peroles). Afirman incluso que los sociólogos lo usan para hacer entrevistas en profundidad, pero en mi caso ni soy protagonista de ningún evento histórico importante, ni formo parte del quintil más rico. Así que, técnicamente, no hay ninguna razón para que alguien necesite preguntarme nada, pero, por si acaso, ahí queda la cosa: http://www.formspring.me/chimoeneas

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