martes, 6 de octubre de 2009

circularidades


Es curioso cómo se repiten algunos ciclos en el fútbol (y más concretamente en el Elche) de un año para otro. Como si nos quisieran demostrar la circularidad del tiempo, en las dos últimas temporadas los ilicitanos hemos vivido el mismo patrón: continuidad del entrenador que salvó al equipo del desastre en la temporada anterior, construcción de un equipo ilusionante teóricamente del gusto del mencionado entrenador y desastre de resultados una vez llegada la competición. Si el año pasado fue el mítico David Vidal el destituido el 11 de octubre, tras siete jornadas y dos puntos; esta temporada le ha tocado a su sutituto, Claudio Barragán, después de sólo seis partidos.
Es curioso cómo una fórmula que dio resultados el año anterior en éste se muestre tan ineficaz, si es que se pueden sacar conclusiones contundentes a partir de tan pocas jornadas. Pero para bien o para mal, Claudio fue fiel a sus ideas: un 4-2-3-1, que sólo en los dos últimos partidos (contra Córdoba y Hércules) varió a un sistema con dos delanteros. Un esquema en el que la vieja guardia de Caballero, Samuel, Acciari, Santos y Saúl y donde, delantera aparte, los nuevos fichajes (Ximo Navarro, Trejo, Juli,...) entraron a cuentagotas.
Como siempre en un juego tan complejo y azaroso como el fútbol, las culpas se reparten. Errores como el penalty cometido por Carleto ante el Levante son difícilmente achacables al entrenador. El martirio que sufrió el lateral Raúl Fuster ante el Hércules es un caso más complejo: además del mal partido del jugador también está la falta de iniciativa del técnico para corregir la sangría de la banda izquierda. Algo similar ocurrió con el agujero negro del centrocampo ante el Huesca.
Los resultados, es cierto, no han llegado y el juego del equipo no levanta pasiones precisamente; pero seis jornadas de una competición tan enormemente larga (nada menos que 42 partidos) es un periodo casi irrisorio para una decisión tan importante como despedir al director de un equipo, más cuando el mismo ha demostrado su aptitud para gestionar una situación muy similar.

Llega ahora José Bordalás, técnico que ha desarrollado casi toda su carrera en la tierra (Alicante, Novelda, Hércules, Alcoyano) y casi siempre con muy buenos resultados (especialmente en el Alicante, al que llevó de Preferente a las puertas de Segunda). Desearle que repita el ciclo de Vidal y Claudio no sé si es buena o mala idea...

PD: Andan algunos en mi pueblo algo preocupados por el pasado herculano (tanto de jugador como de entrenador) de Bordalás. Como nos dijo una vez Juande, los entrenadores hacen su trabajo sin pensar mucho en esas cosas. A fin de cuentas, los clubes no dejan de ser sociedades anónimas, a veces tan frías como lo puedan ser Sacyr o Telefónica.

3 comentarios:

  1. Bueno, eso de que Telefonica es fria...no veas lo que calientan las bocas los muy...

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  2. Hombre, tienes razón con lo de Claudio: a un tío apellidado Barragán dan ganas de mandarle a freír espárragos (cuánto daño ha hecho ese apellido al humor), pero también cabría darle una oportunidad para reconducir al equipo.

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  3. Y qué tal se han adaptado los fichajes? Trejo? es muy curioso el hecho de que se haya dado una situación tan similar a la del año pasado, al comienzo de la liga.

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