Si alguien lo ha medio-petado en 2008 en el mundo de la música pop, ha sido Duffy, la pequeña cantante que desde hace unos meses está machacando con la soulera Mercy. En la portada del álbum, el álter ego galés de Patricia Conde aparece sentada junto a unas vías de tren y un gran cartel en el que pone Rockferry, el título del trabajo.
Y sí, Rock Ferry (escrito así, separado) existe en la realidad, enfrente de Liverpool, en la otra orilla del Mersey, en la península de Wirral. Claro que no se parece mucho al paisaje de la portada, que parece más bien del norte de Gales. Desde la pequeña estación del Rock Ferry real no se puede ver el río, tapado por árboles, casas y alguna industria no del todo romántica. Hacia el otro lado, sí, es un lugar ideal para vivir, tranquilo, sin problemas, el típico barrio inglés residencial, formado por una infinidad de pequeñas casas con sus pequeños jardines. Más adentro uno encuentra un enorme parque, en el que los sábados por la tarde la gente juega al incomprensible críquet. Y si tienes la paciencia de seguir caminando un poco más, te cruzas con Prenton Park, el estadio del Tranmere Rovers (el olvidado tercer equipo del Merseyside).
Duffy afirma que marchará con pena a su Rockferry imaginario, pero el real no está nada mal.
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