un año más

Ha pasado justo un año y, por casualidad y casi sin querer, estoy en el mismo ciber de la calle Corrientes (muy cerquita del cruce con Montevideo) en el que comencé a escribir en este blog. No sé si a los tipos de la Alta Autoridad Europeo del Carbón y el Acero o a los amigos de Azerbaiyán (creo que se escribe) les habrán interesado lo más mínimo estos escritos. No lo creo, porque esto no deja de ser un revoltijo más confuso que un peronista en Cachemira, donde he hablado de mi vida, de mis tonterías y (quizás excesivamente) de fútbol. En realidad, tampoco me importa, porque lo importante es sentirse a gusto escribiendo de cualquier cosa que a uno le apetezca y porque tengo la suerte de saber que unos cuantos amigos de vez en cuando se pasan por aquí, aunque sea para hacer críticas más feroces que las que sufrió Reiziger en su tiempo. Y no sé si el blog tendrá que ver, pero éste ha sido uno de los mejores años (también he tenido muchos otros, demasiados) de mi vida... hasta ahora.