sábado, 18 de agosto de 2007

modelo exportador


Después de varias guerras internas, de crisis económicas y de muy malos rollos, la Argentina comenzó a funcionar medianamente como país hacia el último tercio del siglo XIX, como el resto de países latinoamericanos, aplicando el llamado modelo agroexportador. Según ese modelo, los argentinos enviaban al mundo (especialmente a Gran Bretaña) sus carnes, cueros y trigos y a cambio recibían productos manufacturados e industriales. El intercambio, como se ve, era algo desigual, pero sirvió para que unos cuantos tipos adquirieran fortunas enormes y construyeran bellos edificios en Buenos Aires al más puro estilo francés. Aparte, tampoco exigía un trabajo muy estresante, porque las pampas son más fértiles que Angelina Jollie y las vacas, con un poco de suerte, casi se pueden criar solas.
Desgraciadamente, el crac del 29 hizo que los principales mercados se olvidaran de los productos argentinos y el citado modelo ya nunca más dio de sí. Desde entonces Argentina ensayó miles de vías para reencontrar la prosperidad, desde el proteccionismo y ciertas formas de keynesianismo hasta el neoliberalismo más raicalizado.. sin mucho éxito, todo hay que decir.
Sin embargo, en el mundo del fútbol parece que no se ha detenido el tiempo desde los años 30 y sus dirigentes parecen haber hecho un voto de aplicación rigurosa y constante de aquel modelo exportador. Los argentinos exportan y exportan materias primas de buena calidad a los clubes europeos (o a cualquiera que tenga el dinero para comprarlos): jugadores, generalmente buenos y cada vez más jóvenes, como Gago, Higuaín o el último de la lista, Maxi Moralez, y a cambio reciben futbolistas de latitudes menos competitivas (con perdón) o ya en edades próximas a la retirada y totalmente amortizados, como el mítico Piojo López, que apura sus últimos coletazos en Racing.
La cosa funciona relativamente porque la cantera argentina parece inagotable y en cada torneo surgen nuevos talentos, pero la inmensa mayoría de los clubes están próximos a la quiebra (o en quiebra total, como el citado Racing) y el dinero conseguido en cada traspaso se evapora misteriosamente (uno no quiere pensar mal sobre su paradero, pero los Borrachos del Tablón, la barra de River, sacaron una buena tajada del traspaso de Higuaín al Madrid). Por suerte, a las economías futbolísticas europeas no les ha llegado su gran depresión... y que siga así, porque la hecatombe en el fútbol argentino sería recordada durante décadas.

En la foto, Maxi Moralez, estrella del Mundial sub20 y ex jugador de Racing, que acaba de fichar por el Moscú una vez empezada la temporada en Argentina

2 comentarios:

  1. Por cierto, chimo, ya que estas por alli, a ver si puedes explicarme:

    a) Que lio exactamente existe ahora mismo en river, entre asesinatos, partidos aplazados, amenazas y una especie de guerra interna entre las barras del club.

    B)Si no da un poco de miedo ir al futbol, viendo todas las noticias que aparecen sobre la violencia en el mismo.

    C)Si se esta haciendo algo para eliminar todo eso.

    D) Que grado de poder tienen las barras, y que grados de connivencia con los dirigentes de los clubs.

    Ale(en realidad lo que te pido es un post sobre el tema, ji,ji)

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  2. Yo siempre me hice la pregunta sobre el paradero del dinero que reciben estos clubes (tanto argentinos como brasileños).
    Como es normal, la corrupción generalizada viene siendo la respuesta lógica. O eso, o que se lo funden todo en retirar todos los condones del mercado para seguir "fabricando" cantera.

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